Con los pies sobre la tierra y la mirada en el cielo.
Escribe Ruben Omar Sosa
Carta del virus del Dengue a los hombres.
Gracias por aumentar el índice de pobreza, de esta manera los afectados por la verdadera epidemia que es miseria globalizada, nos permite viajar en Aedes Aegypti y poder estar en los cuerpos no ya de los que de los que ustedes llaman “pobres” sino también de los tienen , según ustedes, “buen pasar”. Agradecemos aunque no llegamos a entender esta diferencia, ya que para nosotros la humanidad es una sola ya que tienen la misma sangre.
Debemos agradecer en especial a los Gobiernos de todo el mundo por sumar cada día más y más al calentamiento global, de no ser por esto, nuestro vasto imperio -que comenzó con el azote en el Sudeste Asiatico- no sería hoy más grande que el de Carlo Magno, Napoleón, Roma... Es que al subir la temperatura, contaminar la atmósfera de su única casa, permitieron que se “tropicalizaran” grandes extensiones. hemos avanzado y llegado a la Argentina! Gracias Buenos Aires por recibirnos con los brazos abiertos, al no intensificar las campañas, al no enseñarle las medidas para que el Aedes no pudiera reproducirse, junto a este verano prolongado que tienen por las causas antedichas, su territorio hoy forma parte de nuestro creciente imperio.
Ahora, por el miedo que generaron los casos crecientes, la población aprendió las medidas, alto precio han pagado, pero ya es tarde, ya estamos entre ustedes. El frio que llega les dará una falsa sensación de seguridad y en el verano próximo volveremos.
Gracias a la dirigencia política, a todas, “todas” sin excepción, por no escuchar a los malditos epidemiólogos e infectólgos que advertían ya en 1998 que esto sucedería.
Gracias por hacer oídos sordos al Dr. Eric Martinez Torres de Cuba que en el año 1981 los alertaba, glorioso año aquel de nuestro descubrimiento en América. Decimos “descubrimiento” porque nosotros ya estábamos en 1779 en la Isla de Java y un año después en Filadelfia. Humanos, gracias... siempre “detras” de las enfermedades.
Nos intuyen como virus filtrables recién en 1907... y nos aíslan para estudiarnos Kimura y Hotta en 1943, Sabín lo hace en el 1945 y descubre a mi hermano Dengue 2 en Nueva Guinea... Los Cubanos nos dieron lucha, pero ya habíamos desembarcado y las condiciones en los otros países ya estaban dadas. La victoria era inevitable, no por nosotros, sino por ustedes. Gracias porque en aquel entonces, hace 10 años la población expuesta era de 2000 millones de personas, gracias humanidad por seguir superpoblandose en zonas carenciadas, paradójicamente, nuestras zonas ricas.
Gracias... porque ustedes seguirán invadiendo bosques, creando megaurbes, haciendo un invernadero ideal para que el Aedes y otros artropodos vectores puedan llevarnos a su tan preciada sangre. Gracias... muchas gracias.
Gracias por abrir y abrir cada vez más esa grieta, que ya es un abismo, la bendita desigualdad social, pobres cada vez más pobres y ricos cada vez mas ricos, como verán estos últimos, es cuestión de tiempo... no tendrán lugar donde esconderse, aunque formando parte de este agradecimiento le damos una transitoria salida; al menos por ahora, hasta que se derritan, le prometemos no invadir los polos Norte y sur y lo hacemos extensivo a la cumbres del Everest, Aconcagua y otras montañas, repetimos: por ahora. Y con respecto a esa brecha que han abierto y globalizado , nosotros, por nuestra parte, humildemente, aportaremos nuestro granito de arena para aumentar la desocupación, la deserción escolar, pero el mérito básico es de ustedes, no queremos llevarnos esa gloria aunque, tan buenos, insistan en nuestra responsabilidad. No gracias, gracias, es mérito suyo en el fondo.
Se suman a esta carta de agradecimiento otros compañeros de sangre, la fiebre amarilla, que forma parte de nuestra familia los Flavivirus.
También el eterno agradecimiento de el virus del Sida que ha logrado gloria y loor con su honorable imperio que en tan poco tiempo tomó el planeta que creyeron suyo.
El agradece en especial la ignorancia, la desinformació n y la discriminació n por ustedes propugnada a manos llenas.
Por último queremos dejar aclarado que no pedimos disculpas por las cefaleas, las fiebres, las mialgias injustamente llamadas “rompehuesos”, ni las miles de muertes.
Todo esto es simplemente la reacción alocada de sus organismos, nosotros estamos, nada más, nos trae el glorioso Aedes y solo queremos reproducirnos, como ustedes, no sabemos de donde venimos ni a donde vamos. Tampoco no nos responsabilizamos por desangrarlos, estas hemorragias suelen darse más frecuentemente cuando dejan ingresar a más de uno de nuestros hermanos, es decir dan las condiciones para que suceda dos veces. Hecho que en última instancia también agradecemos.
Gloria al Aedes Egypty; la sangre derramada no será negociada.
PD:
Repudiamos las palabras subversivas y esperanzadas del escritor Gabriel García Marquez que expresara en su discurso ante la Academia Sueca y que atentan contra nuestro imperio:
“Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas, ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte”
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